Proyecto Nazaret NSD+ y Carrera 8K

Muchas veces no somos conscientes del valor que tienen nuestras acciones. Una ayuda que nos puede parecer insustancial, cierta actitud en un momento concreto, un simple gesto en la situación adecuada… puede contribuir a la mejora de nuestro entorno. Desde el Proyecto NSD+ hemos podido comprobar cómo este fenómeno, que puede sonar a tópico se hace real y visible en la vida de las personas con las que trabajamos.

Hoy, queremos explicar desde el espacio que RUNBIKER nos presta una de estas historias.

 

Maite* es una niña de 15 años que estudia tercero de ESO. Podemos añadir, para entender su realidad, que su situación personal y familiar no es óptima para el desarrollo que debería tener todo niño o joven. Ni tan siquiera es buena.

 

*Nombre ficticio puesto en este artículo para proteger los derechos del menor.

 

Es una evidencia que, durante la infancia y la adolescencia, los jóvenes necesitan un entorno familiar y social seguro, donde poder desarrollarse con libertad y garantías. Si esta situación no se da, el niño o adolescente comienza a sufrir unas consecuencias que afectan a su conducta, a sus hábitos e incluso su salud mental.

 

*Imagen aleatoria de escolares del centro Nuestra Señora de los Desamparados de Nazaret.

 

Es de esperar que, con la explicación anterior de dolorosa precariedad, Maite sea un claro ejemplo de lo que habitualmente llamamos fracaso escolar, y, por ende, agravar y complicar su presente y futuro. Revertir una situación como esta parece complicado, y efectivamente lo es. Pero no es una tarea imposible, y Maite, como otros ejemplos de superación, nos lo demostró.

 

A través de la impagable labor de las dos voluntarias encargadas de dirigir al equipo de baloncesto femenino del Proyecto NSD+, junto a su mentora que le apoya y ayuda en las tareas escolares, y porque no decirlo, a raíz del entusiasmo que muestra nuestra protagonista por este deporte, se consiguió algo que parece muy sencillo y también muy complicado: que una adolescente vaya exteriorizando poco a poco su capacidad de trabajo y de superación. Sus ganas de vivir y luchar por alcanzar sus sueños.

Ahora ya hace 3 años que la perseverancia de Maite empezó a dar a los sus frutos. La conducta en la escuela y en los resultados académicos así lo demuestran. Pero también su actitud frente la vida.

 

Esta breve historia, no es el resultado de una acción altruista por parte de un equipo de voluntarios. Esta historia de esperanza es lo que puede suceder cuando se mezclan los esfuerzos y la voluntad de las personas afectadas por las desigualdades sociales, con una montaña de pequeños gestos de incontables personas, que ya sea de manera económica o de cualquier otra, han dedicado parte de su tiempo, esfuerzo o recursos a hacer frente a estas injusticias.

 

Necesitamos confiar en nuestros niños. Solamente confiando en ellos, se sentirán seguros

 

Si se sienten seguros actuarán, y si actúan, avanzarán, y si avanzan, tendrán futuro y generarán futuro. Todos estos detalles se cristalizan en la figura de los voluntarios, que, como en la historia de Maite, tienen un papel imprescindible para ayudar a que nuestros chicos y chicas se conviertan en instrumentos de cambio que mejoren y creen una sociedad más justa y esperanzadora.

 

   

 

Y NO TE OLVIDES PORQUE, PARA TI Y PARA TODOS, HEMOS PREPARADO LA I EDICIÓN DE LA CARRERA VALENCIA NAZARET NSD+…PARTICIPA EN LA 8K O EN LA MILLA SOLIDARIA EL PRÓXIMO 30 DE JUNIO DE 2018 A LAS 20:00H

INSCRIPCIONES AQUÍ: https://www.toprun.es/eventos/i-carrera-solidaria-nsd-nazaret-2018

 

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