Hoy en día vivimos en una sociedad donde nadie está exento de poder sufrir una agresión por parte de una persona o un grupo de personas ya sean conocidas o no.
De forma continuada, cada vez más, vemos en la televisión o leemos en las noticias sucesos donde se han producido ataques violentos a personas, en muchos casos adolescentes y mujeres.
Lamentablemente, cada vez oímos más el término “acoso laboral o mobbing” para referirse al trato vejatorio al que es expuesta una persona en el entorno laboral de una forma continuada provocándole problemas psicológicos y profesionales.
¿Qué aprendemos con la autodefensa?
La autodefensa nos enseña en primer lugar a no ser violentos y saber mantener la calma ante situaciones inesperadas y de peligro manteniendo el control en todo momento.
Entonces, ¿Qué es la defensa personal?
La defensa personal es el conjunto de habilidades técnicas y tácticas que facultan al defensor para evitar o repeler una agresión hacia sí mismo o terceras personas, buscando causar el mínimo daño al agresor y teniendo siempre presente la normativa legal del Código penal español.
No es un conjunto de técnicas para realizarlas sin sentido de forma mecánica y rígida, si no que pretende formar en la persona un conjunto de actitudes mentales y corporales que le permitan, en un momento dado, defenderse y reaccionar, no quedándose bloqueado, ante una situación inesperada.
Son innumerables los objetivos que podemos tener a la hora de aprender defensa personal, pero podemos destacar entre todos:
- Adquirir unos conocimientos básicos de técnicas de defensa personal y reducción no lesivas.
- Saber reaccionar ante ataques y situaciones inesperadas de peligro.
- Promover una autonomía personal física y mental en métodos de autodefensa gracias a una adecuada información y formación.
- Adquirir unas habilidades mentales básicas que aporten actitud ante situaciones de agresión.
- Tener una base de partida para poder seguir ampliando conocimientos y practicando técnicas de defensa.
- Integrar las técnicas aprendidas para poder enfrentarse a situaciones complicadas teniendo la confianza de salir de una forma exitosa.
- Generar autoconfianza y reforzar la autoestima de la persona, su valía y reconocimiento.
- Automatizar las actitudes, gestos y reflejos que en alguna ocasión pueden ser de vital importancia para salir de una situación personal de peligro.
- Usar la defensa personal como estrategia de prevención Y SEGURIDAD PROPIA.
En definitiva, lo que buscamos con la defensa personal es tener una base, un punto de partida, para estar preparados tanto psicológica como físicamente por si llega el momento en el que tengamos que repeler o evitar una agresión independientemente de nuestra edad o condición física.

